Este retrato muestra al monarca Fernando II de Aragón, el católico, de medio cuerpo con una túnica adornada en cuello y puños con greca de oro. En su mano derecha sostiene el cetro y la izquierda reposa sobre la espada con empuñadura de cabeza de mono, alusión a la astucia del rey.
Forma pareja con el de su mujer, la reina Isabel I de Castilla, la católica. Ambas obras entraron en la colección del Museo Naval en 1854 procedentes del Real Museo de Pintura y Escultura (actual Museo del Prado).
Considerados por algunos investigadores como copias de retratos de Juan de Flandes, pintor de corte de los Reyes Católicos, tanto la atribución como la procedencia exacta de ambas obras sigue siendo objeto de estudio.
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