Arthur Dove desarrolló un lenguaje pictórico en el que las formas simplificadas, semi-abstractas y los colores de tierra expresan la esencia del paisaje pastoral americano. Al principio de su carrera, Dove se apoyó en la agricultura, y "Fields of Grain as Seen from Train" celebra el poder redentor de tierras fértiles. Él sentía que la característica más importante de la naturaleza era su integridad, así que sus pinturas tienen elementos generalizados y pocos colores. Aquí, las ondas del grano que soplan en el viento y los surcos en un campo nuevamente arado se extraen de la naturaleza y se convierten en símbolos. Estas formas son visualmente unificadas, como si estuviera viendo la escena desde la ventana de un tren que pasaba. La luz es la de una cálida tarde de verano. En su pesadez redondeada, la forma de embudo central alude a la madurez orgánica, al igual que las otras formas hinchadas en una paleta restringida pero cálida de marrones terrosos, verdes amarillos y verdes y naranja quemado. Si bien los colores de la naturaleza predominan, no se utilizan de manera realista. Al igual que sus imágenes, se abstraen.