Figura humana elaborada en cerámica. En el rostro destacan los ojos lineales, la nariz aguileña y los grandes pómulos.
Las orejas sobresalen y presentan perforaciones. Según Sáenz, (1993:91) el hecho de que las orejas estén rotas está relacionado con las actividades de guaquería, en las que se extraían las orejeras de metal que tuvo la pieza originalmente, ya que varias figurinas cerámicas cuentan con estos ornamentos que emulan los accesorios humanos.