Alrededor de las primeras horas del 10 de mayo de 1943, un atroz incendio empezaba a consumir a la Biblioteca Nacional del Perú. Antes de que los bomberos lograran apagar las últimas llamas de fuego, la búsqueda de explicaciones y culpables del siniestro comenzó a especular motivos y atribuir culpas. Prontamente, dos sospechosos fueron detenidos, aunque posteriormente liberados por falta de pruebas. La principal hipótesis fue que el incendio se había cometido de forma deliberada debido a la rápida dispersión del fuego y a la violencia de su acción horizontal.