Redoma

Cuerpo globular, muy aplastado. La parte superior conserva parte del cuello estrecho, presumiblemente cilíndrico y estilizado. No existen asas ni apéndices la base es diferenciada y anular (ha sido restaurada). En la zona de intersección del cuello con el cuerpo presenta unas molduras horizontales y paralelas. La totalidad de la superficie interna está protegida por una película impermeable de color verde. El exterior aparece decorado con cobre y manganeso, siguiendo motivos dispuestos sobre una engalba blanca se aprecian restos del brillo que caracteriza a la delgada película transparente de óxido de plomo que cubriría todo el conjunto. La decoración pintada se resuelve en el interior de tres franjas horizontales, de grosores diversos y concéntricas al eje vertical del torno. La franja superior es estrecha y se instala inmediatamente debajo de las molduras en resalte. Va decorada con una sucesión de palmetas vegetales (en número de once) perfiladas en manganeso el interior de los motivos se deja en blanco, en negativo, y se hace contrastar con los rellenos verdes o morados (alterantes) que sirven de fondo. La franja central ocupa más de la mitad del cuerpo su desarrollo se ha dividido en cuatro grandes campos por otras tantas franjas verticales, más estrechas. El interior de las franjas verticales se decora con el tema de la trenza de tres cabos, perfilada con manganeso y rellena de manganeso y cobre, según se trate de espacios internos o externos del motivo. Las cuatro grandes metopas reciben la misma composición: una liebre, perfilada en manganeso con trazo seguro, acompañada de unos motivos vegetales de relleno que salen del hocico del animal. Para cubrir el cuerpo alternan el óxido de cobre y el de manganeso (este último aplicado a la cabeza, cuello, rabo y dos de las patas) algunas zonas se reservan en blanco (manchas sobre el lomo, ojo, ...). Los motivos florales se componen generalmente, de tres pequeñas hojitas rellenas de morado o verde, a excepción de los que adornan uno de los campos, más grandes y complejos. Hemos apreciado también cómo las orejas de las liebres sobrepasan los límites de la zona horizontal. La franja inferior, cercana ya a la base, es más estrecha y muestra en su interior simples motivos circulares con un grueso punto de manganeso en el centro y un relleno exterior de óxido de cobre. La pieza ha perdido casi la totalidad del cuello.