Los libros de artista han sido uno de los principales medios de expresión de Kiefer desde 1968. A diferencia de otros libros de artista, que se conciben como "múltiples", los de Kiefer son piezas únicas, artesanales y, en este sentido, más próximas a las pinturas o las esculturas. Para Robert Fludd (Für Robert Fludd, 1995–96) está dedicado al filósofo metafísico y alquimista inglés del mismo nombre (1574–1637), para quien los seres humanos contienen la esencia de todos los elementos del universo, estableciéndose un orden cosmológico. Además, Fludd se caracterizó por saber transmitir sus ideas filosóficas y cosmológicas de forma gráfica, gracias a los mejores grabadores de su época.
A principios de los años noventa Kiefer comenzó a realizar libros y pinturas que tenían a Fludd como tema. Este libro en concreto recoge una sucesión de fotografías que ilustran un campo de girasoles. Estableciendo una analogía, los girasoles representan para Kiefer, el pensamiento de Fludd: la creencia en la existencia de una relación entre el microcosmos y el macrocosmos. (Este símbolo también aparece en Girasoles [Tournesols, 1996].) La cubierta del libro muestra una fotografía en blanco y negro de un girasol. En su interior, las fotografías ofrecen imágenes de girasoles creciendo, madurando y perdiendo sus semillas, que Kiefer representa con semillas de girasol reales colocadas en collage en las páginas. Los girasoles terminan marchitando y desapareciendo, hasta que solo quedan las semillas. En la hoja siguiente, las semillas esparcidas son sustituidas por la imagen de un cielo estrellado.