El auge que alcanzan las peregrinaciones a Santiago en el siglo XI, con un importante apoyo de la Iglesia y de la Monarquía, hizo necesaria la construcción de una nueva Basílica. Dicha empresa se inicia hacia el año 1075, bajo el reinado de Alfonso VI y siendo obispo don Diego Peláez. Sendos capiteles situados en la Capilla del Salvador dan da testimonio del momento de su construcción.
"reinando el Rey Alfonso se construyó esta obra"
"en tiempo del Obispo Diego se comenzó".
A lo largo de esta primera etapa constructiva, la cual se prolongará hasta el año 1088, se llevan a cabo la construcción de los tramos centrales de la girola y sus capillas.
Ambos capiteles fundacionales comparten misma estructura, representando cada una de ellas a sus protagonistas acompañados de ángeles con cartelas .