Hace 800 años la cuenca baja del río Magdalena fue controlada por un grupo denominado Malibú. Los malibúes, aprovechando las ventajas de esta importante vía de comunicación fluvial, consolidaron una amplia red comercial que se extendió más allá de las riberas del río. Su actividad comercial los llevó a establecer y controlar numerosos centros de intercambio, llegando incluso hasta el bajo río San Jorge. Uno de los centros más importantes, en el bajo Magdalena, fue Zambrano.