Retrato de cuerpo entero del rey consorte, Francisco de Asís. Sobre fondo completamente neutro, con una alfombra como única decoración, el rey aparece representado en el centro de la composición, de pie en posición de tres cuartos, girado hacia la derecha con un pie ligeramente adelantado, volviendo el rostro para mirar de frente al espectador. Luce uniforme de Grandes Solemnidades como muestran los entorchados de la bocamanga y los bordones que penden de la faja, banda terciada desde el hombro derecho y diversas condecoraciones. En la mano izquierda sujeta un bastón de mando mientras la derecha sostiene un chacó rematado en una pluma blanca.
Durante la época de la "cartomanía" proliferaron los retratos fotográficos de los personalidades célebres de la época, tanto gentes del mundo de la política y la cultura como personajes de la Familia Real española y también las Casas Reales europeas. Laurent realizó una abundante producción de este tipo de retratos en formato tarjeta de visita, llegando a ser fotógrafo de Su Majestad la Reina Isabel II. Desde el principio diversificó su actividad a otros géneros fotográficos, produciendo ingente número de registros de las riquezas españolas que abarcaban tanto ciudades y sus tipos populares como monumentos y obras de arte, que comercializó a través de catálogos desde su estudio en la Carrera de San Jerónimo. También lo hizo en establecimientos paralelos como el de la Rue de Richelieu y posteriormente la Rue Drout en París, junto a ediciones especiales destinadas a otros países como Inglaterra o Alemania.
En el ámbito del retrato consiguió fotografías de gran expresividad, siguiendo la iconografía establecida por el retrato pictórico desde una captación de la psicología del personaje más agudizada que en otros fotógrafos, como ocurre en esta imagen del rey y la fotografía de la Reina que constituye su pareja (CE30000), convirtiendo a Laurent uno de los principales retratistas que inmortalizaron a la realeza.