De forma cilíndrica, tiene unos 6 cm de alto y 3 de ancho. Vive fijada por la base a rocas submarinas”. Gastronómicamente, las ortiguillas ofrecen un intenso sabor a mar, a yodo y a marisco. Al ser un producto muy delicado, lo ideal es mantenerlas vivas en agua de mar hasta el momento de su preparación, por lo que su consumo en zonas alejadas de la costa es ciertamente complicado, pero no imposible, y en ciudades como Madrid es posible encontrarlas en contados establecimientos, aunque su hábitat natural es en bares y restaurantes de la costa andaluza.