Este fósil homínido corresponde, por sus características físicas, al frontal de un niño del tipo neandertal terminal o clásico europeo. Estas características son: el gran espesor de los huesos, el torus supraorbital desarrollado, las órbitas oculares cuadrangulares y un espacio entre ellas bastante ancho. Además del frontal, se excavaron dos fragmentos de parietal pertenecientes a un adulto nearderthal. La Cueva de la Carigüela se situa a unos 600 metros de Piñar, en la comarca granadina de los Montes Orientales. Este yacimiento se conoce desde las primeras décadas del siglo XX. La estratigrafía de la cueva presenta una sedimentación continua desde finales del Pleistoceno Medio, 145.000 a.C., hasta la Edad del Bronce, 1.900 a.C. La etapa más conocida es la del Paleolítico Medio (145.000 - 29.000 a.C.), se trata de la secuencia más larga de esta época encontrada en la Península y una de las más detalladas que se conocen. Durante este intervalo temporal los neardertales frecuentaron la cavidad y dejaron allí no sólo sus instrumentos líticos (la industria denominada Musteriense), sino también los restos de animales que consumieron y otras evidencias de sus distintas actividades, lo que supone información sobre sus modos de vida durante la primera mitad de la última glaciación. Además, cuando la cueva no era habitada, hienas, lobos y leopardos la utilizaban como cubil, añadiendo los fragmentos de sus presas a los huesos abandonados por los neardertales. Lo más probable es que fueran los depredadores los que introdujeran en la cavidad los restos humanos que se han encontrado en sus niveles pleistocénicos, el más importante de los cuales es este fragmento de frontal infantil de Homo nearderthalensis.
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