Es de forma antropomorfa y con la base recta. Le falta la cabeza que estuvo separada del cuerpo por una línea curva incisa, que pudiera interpretarse como el mentón o como un collar. El cuerpo es estrecho y alargado, formado por dos planos paralelos, que delimitan la losa. En su cara principal y arriba hay representado un escudo circular de escotadura en "V", formado por cuatro circunferencias concéntricas; la más exterior presenta una decoración de zigzag. Debajo aparece la representación de un cordófono de nueve cuerdas con caja de resonancia semicircular y decoración de líneas en zigzag idéntica a la que aparece en el escudo.
Hay una doble interpretación de este monumento, una que la relaciona con el ideario homérico de ascendencia griega y que sitúa su cronología entre los siglos VII y VI a. C. y la segunda que la vincula con las aportaciones fenicias precoloniales y, por lo tanto, se fecharía entre los siglos XIII-XI a. C.