Juego del Caballo Blanco del que sólo se conservan la caja, los cinco cartones y las instrucciones del juego. Faltan ocho dados, un cubilete, un martillo de madera y un saquillo de fichas. En la tapa de la caja se representa una escena de interior en la que tres personajes juegan al Caballo Blanco sentados alrededor de una mesa vestida con un mantel verde. En el centro de ésta, un hombre de edad avanzada con un tocado de plumas, es atendido por una sirvienta que le ofrece una copa. En el extremo derecho de la mesa, se dispone un joven caballero, ataviado con casaca roja y calzón de color marrón, tira los dados con un cubilete. Al otro lado de ésta, una dama, que viste un traje azul y cabellos recogidos en un moño sobre la nuca, vuelve su rostro hacia otro caballero al que muestra sus cartones.
El juego del Caballo Blanco (Jeu du Cheval Blanc), también denominado de la Aduana, es de origen alemán y pertenece al grupo de los juegos de azar. En este caso, se trata de un ejemplar de procedencia francesa, tal y como indican las inscripciones que aparecen en la tapa de la caja, y probablemente, de la segunda mitad del siglo XIX. Sus reglas recomiendan que los jugadores no sean menos de tres siendo preferible que participen siete. El valor de cada cartón en el juego se distingue por los objetos representados. El que mayor valor tiene es el caballo blanco, después la aduana, luego los cartones del martillo y la campana, con el mismo valor; y por último, el cartón que representa una campana y un martillo juntos.
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