Retrato de busto del General Baldomero Espartero, representado con la cabeza ligeramente girada hacia la derecha y mirada dirigida hacia el lateral. Viste uniforme de Capitán General y luce numerosas condecoraciones, entre las que se distingue el Toisón de Oro. La figura se destaca sobre fondo azul de delicados matices en contraste con los rojos y dorados del uniforme, creando ricos efectos cromáticos.
El General Espartero tuvo un papel fundamental en el siglo XIX español. Después de acometer destacadas acciones durante la Guerra de la Independencia y posteriormente en América contra los independentistas, su carrera militar culmina con la defensa de Isabel II en la primera guerra carlista, finalizada con el Convenio de Vergara en 1839, hechos que le valieron los títulos de Conde de Luchana, Duque de la Victoria, y años despúes, Príncipe de Vergara. Entre 1840 y 1843 asume la Regencia durante la minoría de edad de la reina, encabezando el sector de los progresistas. Tras algunos años de exilio en Londres, a excepción de su gobierno junto a O´Donnell durante el Bienio Progresista (1854-1856), de regreso a España queda apartado de la política, llegando a rechazar la corona, ofrecida por los liberales en 1870.
Desde su retiro en Logroño, lugar donde había contraído matrimonio en su juventud con Jacinta Martínez de Sicilia, a quien está dedicada la acuarela, Espartero recibe al pintor Casado del Alisal para realizar este boceto que habría de servir de modelo al retrato encargado por el Congreso de los Diputados para formar parte de la Galería de Presidentes que se estaba configurando. Inmerso ya en el realismo decimonónico, Casado consigue plasmar con gran veracidad los rasgos fisionómicos y la grave expresión del General en este apunte del natural.