Frida Kahlo fue una pintora que representó el arte moderno mexicano y cuya reputación creció en las últimas décadas. A los dieciocho años, sufrió un accidente de tránsito que le dejó secuelas permanentes. Mediante el arte, luchó contra ese dolor. Como esposa del pintor de murales Diego Rivera y su compañera en el movimiento revolucionario, tuvo una vida problemática.
La obra de Kahlo se inspiraba en la tradición del arte folclórico mexicano y estaba muy arraigada en sus experiencias personales. Como resultado, las pinturas de la artista son sumamente personales y atractivas. El poeta surrealista francés André Breton la consideraba una "surrealista nata".
La temática de la pintura "Niña con máscara de muerte" es —justamente— la muerte, de la que nadie puede escapar. Kahlo la pintó mientras estaba de luto luego de la muerte de su bebé, producto de un aborto espontáneo. La "muerte" fue uno de los temas más íntimos para Kahlo, ya que siempre estuvo presente en su vida. El concepto tradicional mexicano de la muerte se refleja en cada motivo de esta pintura. La máscara que usa la niña es un juguete típico del "Día de Muertos" y las caléndulas, como la que sostiene en la mano, se colocan en las tumbas para guiar a los espíritus de los muertos. La "máscara de tigre", que se encuentra a sus pies, se usaba como talismán para proteger a los niños contra el mal.
(Fuente: Obras seleccionadas de la colección del Museo de Arte de la Ciudad de Nagoya, 1998 P.61)