Recipiente de cerámica que, como su nombre indica, era utilizado para almacenar y conservar la miel. Esta pieza fue realizada en los alfares de Manises (Valencia) en el siglo XVIII. Consiste en un recipiente alto y estrecho realizado en cerámica, de forma tubular ligeramente abombado en el centro. Presenta un barniz estannífero y está decorada con un motivo de volutas y formas arriñonadas pintadas con reflejo metálico. Esta técnica es heredera de las cerámicas islámicas y característica de las producciones de Manises.