Esta mujer de arcilla está ataviada con una falda tejida y seguramente pintada, pinturas en el pecho y en los brazos con diseños que también parecen simular tejidos, orejeras de carrete circulares, adornos en las muñecas y un collar con un pendiente alargado como se los encuentra con frecuencia en la orfebrería Zenú. Carga un canasto tejido en la cabeza. De rostro apacible y ligera sonrisa, pero de actitud hierática, parecería transmitir seguridad y confianza. Las vastas áreas dedicadas a cultivos extensivos y huertas domésticas existentes en las Llanuras del Caribe, mantenidas y readecuadas durante siglos por las poblaciones zenúes, indican un especial interés por los asuntos concernientes con la fertilidad, el equilibrio biológico y la reproducción social. Así las cosas, no es gratuita la gran cantidad de representaciones de mujeres de barro que la gente zenú depositó junto a sus muertos bajo túmulos funerarios. El simbolismo de la mujer dentro de estas poblaciones seguramente se relacionaba con ideas de fertilidad, regeneración de la sociedad y también con sentimientos de sabiduría y respeto. La simbología de la mujer podría estar asimismo ligada al significado que esta gente le dio a los tejidos de algodón y a los canastos, contenedores de las semillas y ofrendas de oro depositadas en los templos. JSS
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