Oro, otro símbolo capitalista, otro objeto de deseo, índice económico, se convierte en una promesa de belleza a través de un nexo revolucionario de creatividad. En "Manos de Oro Trabajadoras" encontramos las líneas del futuro, las líneas de la vida, las líneas de la conciencia y del destino. Siguiendo nuestras propias rutas, mas allá del trabajo y de la fuerza de trabajo, propongo una pausa para las palmas, para nuestras manos, es tiempo de reclamar nuestra libertad y respirar, darle la espalda a las dictaduras, dictámenes o códigos. Yo no nací para ser parte de las masas, sino para marcar la diferencia entre ellas..."
María Verónica León Veintemilla