Traje

Vestido con el cuerpo ajustado y emballenado. Corte en la cintura, faldón abierto por delante en semicírculo y bollonado en la espalda con tres cintas interiores. El vuelo se recoge en la cintura por medio de ocho tablas abiertas y frunces menudos en la espalda. Cuello redondeado y escote en pico en el delantero. Se cierra con cinco botones forrados en tejido de seda y dos corchetes. La espalda presenta dos costadillo y cuatro pinzas de entalle en el delantero. Bocamanga en forma, abierta con remate a base picos encabalgados de doble cinta de tafetán. Sobre esta manga se dispone una manga interior en tul mecánico con dos órdenes de volantes también en tul que cubriría parte de la mano. Todo el contorno del faldón se remata con la misma cinta de tafetán terminada en picos. Un cuello en tul con motivos florales bordados a modo de fichú.

Hacia el año 1870-1871 se pusieron de moda estos cuerpos con faldón recordando las polonesas del siglo XVIII. La eliminación del miriñaque da paso a una nueva silueta femenina definida por la utilización de otro armazón, el polisón, que sostiene las faldas y sobrefaldas a la altura de las caderas, y crea volumen en la parte posterior del vestido. Las telas de los trajes, recogidas en los lados y en la parte posterior, creaban un juego de pliegues y drapeados que recordaban a los cortinajes que decoraban el interior de las casas.