Pieza clave que data del 23 de febrero de 1168, fecha en la que se le concede a Mateo, por parte de Fernando II de León y de Galicia, una pensión vitalicia de cien maravedíes anuales.
Constituye la primera referencia expresa sobre el Maestro Mateo "que posee la primacía y el magisterio de la obra de la iglesia de Santiago" y supondrá el punto de partida para las obras que finalizarán la catedral románica y la construcción del Pórtico de la Gloria, obra cumbre del arte europeo de la época, de su fachada exterior y del coro pétreo.