Las dos obras están dibujadas con punta de acero sobre la placa de metal y sometidas a la corrosión del ácido. La limpieza de trazo, la sencillez y espontaneidad con que están realizadas, son el resultado de una larga experiencia en el manejo de las técnicas de estampación y en la práctica continua del dibujo. A ello se une la sensibilidad del artista para sumar a las calidades del grabado un ambiente sensual e intimista.
En Grecia B aparecen dos torsos abocetados dibujados con gran soltura. La figura del primer plano se distigue por estar trabajada con un trazo de mayor calibre que la del fondo, que está delineada de manera finísima.