Juan Guzmán fotografió la celebración del Día de muertos en el Lago de Janitzio en Pátzcuaro, Michoacán; pero también, hizo una serie sobre este festejo en la Ciudad de México en la década de 1950. La serie es una crónica que inicia con algunos artesanos decorando esqueletos de cartón. Al quedar adornadas, seis de las figuras de papel fueron agrupadas en la calle, recargadas en un automóvil, como un conjunto musical integrado por violinista, guitarrista, arpista y dos percusionistas. Además de los músicos, un esqueleto más representaba a un fotógrafo. Después, las calaveras fueron colgadas en el patio interior de una vecindad, donde se había colocado una ofrenda de muertos. La celebración daba comienzo, los niños admiraban los grandes esqueletos mientras comían pan y galletas.