Caja rectangular de madera con tapa que dispone de un orificio circular para insertar un dedo y poder así quitarla y ponerla con facilidad. Presenta un tratamiento de varias capas de laca japonesa urushi en negro. El exterior de la caja está decorada mediante la técnica maki-e, realizada mediante un espolvoreado de finos polvos de oro, con motivos de ramilletes de paulonia y el blasón de la familia Shimazu, consistente en un círculo con una cruz inscrita. El interior está decorada en toda su superficie mediante la técnica nashiji, realizada mediante el esparcido de pequeños granos de oro que se esparcen sobre la última capa de laca cuando ésta todavía está fresca y que consigue un resultado final de moteado.