En el Golfo de México, 32 kilómetros al noreste del puerto de Campeche surge, del mar bajo y pantanoso que forma el litoral de la península de Yucatán, la pequeña isla de Jaina, que fue habitada por los mayas del periodo Clásico (300-900 d.C. ), su nombre significa “La casa sobre el agua”. El sitio es ampliamente reconocido por sus magníficas ofrendas funerarias, que incluían vasijas y figurillas cerámicas. Un ejemplo sobresaliente es esta figurilla que muestra a un Halach Winik gran señor o jefe civil sentado con el talle erguido, sobre un trono de asiento de base circular; su elevada jerarquía la indica no solo su elaborado y elegante atavío, sino cierta dignidad, aplomo y serenidad en su actitud. En la cabeza porta un gran tocado formado por la fauce superior de una serpiente que muestra el paladar; el ofidio porta a su vez un penacho de plumas cortas. El status del personaje está acentuado por la pequeña barba recortada uniformemente que cubre el mentón. De las comisuras de la boca entreabierta surgen dos hilos paralelos como señas de adorno facial por escarificación. Cubre sus hombros una prenda formada por grandes cuentas circulares semiplanas, colocadas sobre una pechera de borde curvo y sobre ésta un pectoral rectangular. El personaje apoya las manos en las rodillas y con la izquierda sostiene una bolsa para copal, elemento distintivo de los sacerdotes; los pies, ligeramente alzados, y los talones sobre el taburete. La parte posterior del cuerpo remata con una especie de aureola o resplandor de plumas, similar a la que portan los gobernantes esculpidos en estelas, altares y dinteles. Dra. Federica Sodi MirandaColaboradores: Arqlgo. Hugo Herrera Torres Araceli Ruiz Peláez Mtro. Hugo García Capistran.
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