Harriet Tubman nació esclava, con el nombre de Araminta Ross, pero desde temprano se rebeló contra la servidumbre, intentando huir desde los siete años. A los quince desafió a un capataz y casi muere cuando este le propinó "un tremendo golpe en la cabeza". Aunque los efectos del incidente la acompañaron el resto de su vida, Tubman encauzó su determinación y alimentó su rabia. En 1844 se casó con un liberto, John Tubman, y en 1849 escapó a Philadelphia, cambiando su nombre de esclava por el de su madre, Harriet. Tubman se convirtió en una efectiva "conductora" del llamado "Ferrocarril Subterráneo", una red clandestina que ayudaba a los esclavos a escapar hacia la libertad. Realizó diecinueve viajes (de los que se tenga conocimiento) para sacar esclavos del sur del país, y se decía que nunca perdió a ninguno. Tubman estuvo muy activa en el movimiento abolicionista y conspiró junto a John Brown para asaltar el arsenal federal de Harpers Ferry, aunque no participó.