Manuel Ángeles Ortiz fue un artista polifacético que cultivó gran cantidad de técnicas y temas desde los más frecuentes como el óleo sobre lienzo, el dibujo, la escultura, hasta otros menos transitados como la cerámica, el ready made o el papel recortado manualmente. A través de estos últimos, Ángeles Ortiz sintetizó las formas cubistas con el collage.Realizada por medio de esta técnica, la Cabeza de gitana está diseñada con una economía representativa que, precisamente por esta aparente simpleza, resulta en una efigie de perfil con una gran fuerza y expresividad. En ella, demuestra el artista su dominio sobre el dibujo, el arte de delinear, sin la utilización de las técnicas que le son propias a este arte, sino mediante el uso de un nuevo medio creativo ideado por él.Sobre un fondo de papel rojizo se superpone otro de color negro, horadado en los puntos clave para conseguir la representación de un tema muy típico, casi costumbrista, renovado por Ángeles Ortiz dándole una nueva interpretación imbuida de la enseñanza vanguardista, pero sin responder claramente a ninguno de los ismos. Y es que, efectivamente, el arte del artista granadino de adopción, a partir de la mitad del siglo XX, es una visión muy personal de todas esas corrientes que pudo aprender en los años 20 de primera mano en la École de Paris, traducidas en su manera de hacer en un lirismo teñido de un hálito, a la vez popular, y a la vez infantil.