Los cascos son quizás los únicos objetos de metalurgia prehispánica colombiana que guardan una semejanza cercana en cuanto a forma, mas indudablemente no en su función, con la armadura del mundo antiguo occidental. Este casco semiesférico decorado con un sencillo diseño geométrico fue elaborado por un experimentado orfebre en oro de alta ley mediante las técnicas del martillado y el repujado. En su superficie interna se observan aún las huellas de un pequeño martillo con el extremo redondeado con el cual se afinó la perfecta curvatura de su forma. La tersura y brillo de la superficie exterior, con las que se buscaba reflejar mágicamente la luz, son resultado de un pulimento intenso.
Los cascos de la orfebrería Quimbaya de los primeros siglos de la era cristiana en el Cauca medio son piezas escasas y únicas que se han encontrado formando parte de unos pocos y excepcionales ajuares funerarios, como el conocido “Tesoro de los quimbayas”, descubierto en el siglo XIX en las montañas del Quindío de la Cordillera Central colombiana. Las figuras humanas de los recipientes para cal y los adornos colgantes de esta orfebrería llevan casi siempre uno de estos grandes cascos, que contrasta con la desnudez y los pequeños adornos de su atavío. Sin duda eran unos de los objetos más importantes para la exhibición del estatus y el simbolismo del poder en estas sociedades. MAU