Este óleo sobre lienzo, realizado en torno a 1650 - 1667 y atribuido a Juan Bautista del Mazo, representa el combate entre Hércules y Anteo, procede del legado de Valentín Carderera y es una copia de una obra de Pedro Pablo Rubens. Se realizó en torno a 1650 - 1667. Hércules viajaba atravesando el norte de Libia cuando se encontró con el gigante Anteo quien le retó a una lucha a muerte. El gigante era derribado una y otra vez pero se conseguía levantar, ya que al entrar en contacto con la tierra – era hijo de Gea, diosa de la tierra – alcanzaba la fuerza de un dios. A punto de ser derrotado, Hércules se percató de esto y cuando Anteo estaba en el aire, donde era más débil, le partió el cuello acabando con su vida. Ese momento en el que es agarrado para no tocar tierra es el que se narra en esta pintura. La escena está dotada de gran realismo gracias a la tensión muscular de ambos personajes y a la expresión del rostro del gigante. Hércules viste la piel de león característica y Anteo, en cambio, se cubre con un paño blanco.