Chaqueta larga hasta la cadera, abierta por delante con cuello vuelto en terciopelo negro y solapa. Los delanteros se ajustan al talle mediante pinzas. La espalda recta y suelta se adapta a la línea de los hombros con dos pinzas. La manga tres cuartos se monta con tres paños. Va forrada en tafetán de seda de color marfil y lleva una trabilla interior que sujeta la prenda al cuerpo, dejando el exterior libre y acentuando aún más el vuelo de la espalda suelta.
Es un diseño magnífico que atestigua el afán innovador de Balenciaga. Se trata del traje semientallado, que el modisto introdujo en 1951 y que constituyó toda una revolución frente a la encorsetada silueta del momento. El delantero se entalla al torso, al tiempo que la espalda es suelta, creando un volumen arqueado, lo que permite mayor libertad de movimiento.