Juan Guzmán fue un fotógrafo multifacético que cubrió los más variados ámbitos y temas de la cultura, la política, la sociedad y la vida cotidiana en México. Además de su contribución continua a la construcción de un relato oficial, atendió también las historias menudas y periféricas en que la cotidianidad se desperdigaba. Escenas curiosas e insólitas le sorprendieron y llamaron la atención de su cámara: un hombre montado en un elefante; un hombre con un oso en busca de público para comenzar la función; una niña que parece fue atacada por un gallo. Estas escenas son testimonio de la soltura del fotógrafo que merodea sin rumbo fijo, mas siempre atento, como cazador, a identificar a su presa.