Pedro Infante obtuvo dos premios Ariel como actor protagónico por "La vida no vale nada" (Rogelio A. González, 1954) en 1956 y por "Tizoc" (Ismael Rodríguez, 1956) en 1958, misma cinta por la cual mereció el Oso de Plata como mejor actor en el Festival de Berlín, póstumamente.