A finales del siglo XX, se puso de moda el estilo del huipil que se exhibe. No solo se usaba en una comunidad, que anteriormente era lo usual, sino que lo copiaron mujeres de otros pueblos como San Rafael Petzal e Ixtahuacán. El colorido de la prenda variaba según los hilos de algodón y fibras acrílicas que se podían conseguir en el mercado y se confeccionaba con tres lienzos. En relación a las técnicas tradicionales que usaban para adornarlos, se puede afirmar que se han conservado. Se usan para hacer otros estilos de huipil y de cortes, pero al mismo tiempo, se adoptaron otras para hacer motivos más sencillos que los tradicionales, como los que se muestran en el huipil. Estos nuevos se logran a través de tramas suplementarias que flotan a través de los hilos de la urdimbre.