Escultura que representa un toro androcéfalo (animal mítico con cuerpo de toro y cabeza humana) que formaba parte de un monumento funerario en el que tendría una función de guardián y protector. La cabeza está esculpida en un bloque distinto al del cuerpo y destacan la boca pequeña, los ojos grandes, los arranques de los cuernos (que no se conservan) y bajo ellos, las orejas. El pelo está indicado por mechones con una incisión central.
Iconográficamente se identifica con la representación de Aqueloo, divinidad griega de carácter fluvial. Esto, unido a sus rasgos y a su estilohace que se considere una obra de influencia griega impregnada de un sustrato oriental.