Las cámaras Exakta en sus diferentes versiones fueron creación de la empresa alemana Ihagee. Ésta en concreto es una Exakta Varex II a, una réflex de 35mm. Se acompaña de un objetivo Tessar 28/50 Carl Zeiss Jena (pues Ihagee nunca fabricó lentes de su propia marca para las Exakta) y una funda de cuero marrón para protegerla y llevarla colgada.
Las cámaras réflex que usaban películas de 35 mm aparecieron por primera vez en Alemania en 1924, cosechando un gran éxito por su tamaño reducido, ligereza, precio y versatilidad.
Las cámaras se convirtieron muy pronto en un instrumento fundamental en la práctica de la arqueología. Permitían, y permiten, documentar con exactitud la excavación, ya que durante ésta se destruye de manera irremediable el yacimiento. Gracias a las fotografías que hoy en día se conservan, conocemos también el estado anterior de monumentos o bienes culturales que se han visto alterados o deteriorados con el paso del tiempo. Son, por tanto, un gran aliado para la investigación, conservación y difusión del patrimonio.