Jenny Holzer utiliza el lenguaje como principal forma de expresión. Su estrategia habitual de ubicar textos sorprendentes en espacios dedicados a la publicidad otorga a Holzer acceso directo a un público que, de otro modo, no tendría contacto con el “arte” y, al mismo tiempo, le permite socavar las formas de poder y control que a menudo pasan desapercibidas. Instalación para Bilbao, creada específicamente para una sala del Museo Guggenheim Bilbao que la propia artista eligió, está compuesta por nueve paneles verticales de diodos luminosos de doble cara de más de doce metros de alto. Los rótulos luminosos que se suceden en estas pantallas contienen aforismos en euskera (en el reverso de las columnas de leds, en color azul) y en español e inglés (en la parte frontal, en color rojo) que constituyen una variación de un texto —titulado Arno— escrito originalmente para un proyecto de recaudación de fondos para la investigación del sida. Como gran parte de la obra de Holzer, esta instalación constituye una reflexión sobre la frágil y tensa frontera que separa lo público y lo privado.