Modesto Brocos, asentado en Brasil, regresó a Europa en 1897 para pintar esta obra que ""soñó antes de ser pintor"". Tal y como muestra la firma, fue realizada en Roma en el año 1899, y al año siguiente fue presentada a la Exposición Universal de París, sin obtener el éxito deseado. En relación con su llegada a la Catedral, no se sabe si fue debido a un regalo realizado al Cabildo catedralicio o un depósito temporal del artista mientras esperaba un comprador.
La obra se estructura en forma de tríptico, quedando las escenas separadas por marcos arquitectónicos: a cada lado un arco apuntado y en el centro uno de medio punto, separados por unas columnas helicoidales con capiteles historiados, sobre cada uno de los cuales se dispone un ángel, sosteniendo una cartela sobre la imagen central.
La pieza de la derecha representa La Predicación del Apóstol mientras que en el lado izquierdo se representa la traslatio de sus restos.
En la imagen podemos apreciar el lienzo central, que representa el momento previo a la Inventio, la revelación de los restos mortales de Santiago. Se puede observar un sepulcro de mármol bañado por la luz de la estrella en el medio del bosque, guardado por dos ángeles. La cartela que se dispone sobre esta imagen contiene una inscripción en latín que identifica el cuerpo de Santiago el Mayor.
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