7 de octubre de 1571. Los más de trescientos navíos de la Santa Liga dan alcance a la flota turca, escondida en la bahía de Lepanto. "La batalla fue en este punto tan sangrienta y horrible que se hubiera dicho que el mar y el fuego no eran sino uno." La víspera, frente a las costas de Ítaca, ¿tendría ocasión el arcabucero Cervantes de echar un vistazo a la isla y recordar a su amado Homero y al obstinado Ulises? Llegado el día "don Quijote será, simple y llanamente, un manchego transfigurado en héroe homérico."