Chaqueta con largo a la cintura y escote en pico, cierra en el delantero con la prolongación de los costados en satén negro, que se transforman en un cinturón que da varias vueltas en torno al cuerpo. Las mangas son largas, sobrepasan la línea natural de la muñeca y se abren en el extremo a modo de embudo.
Fue realizada en los talleres de San Sebastián. Es una pieza de complejo patrón, ya que espalda y mangas se cortan en una pieza, reproduciendo la típica manga de la indumentaria china, que remata en el puño con forma de pezuña de caballo. En sus creaciones posteriores Balenciaga preferirá la manga francesa de tres cuartos, que deja a la vista las muñecas.
Este guiño a la moda histórica oriental contrasta con las cintas que envuelven la cintura, rematando en lazada, muy del gusto de la moda de los años treinta, en un intento de estrechar las cinturas al máximo, componiendo cuerpos muy femeninos.