Ciudad de México, Nueva España [hoy México], ca. 1779-1788
Plata fundida, repujada y cincelada.
Las jarras de pico recibieron este nombre por el remate anguloso que tienen en la boca, cuya función es evitar que se derramen los líquidos. Se utilizaban para servir el agua en la mesa, ya fuera para beber o para lavarse las manos. Por esta última razón, también se les llamaba “jarra aguamanil”.
La jarra que aquí se muestra se utilizó para servir café en la mesa. Sobresale la forma de ave con que fue decorada la tapa.