Joaquín Sorolla García (1892-1948) fue el segundo hijo de Sorolla y el único varón. Bien parecido y siempre cuidadoso de su aspecto, Joaquín fue un joven a la moda, como se ve en las numerosas fotografías y retratos que el museo conserva de él, y sin duda su educación en Inglaterra contribuyó a pulir su elegancia. En este retrato, probablemente el último que Sorolla le hizo, tiene el aspecto de un perfecto dandy, posando con moderna gabardina de sportsman, como entonces se decía, y finos guantes de gentleman.
Fue el primer director del Museo, y, aunque tuvo algunos notorios romances, no se casó. A la muerte de Joaquín Sorolla, él fue un gran apoyo para su madre, ya que continuó viviendo con ella y la ayudó en la creación del Museo. Murió sin descendencia, legando la herencia recibida de cuadros de su padre a la Fundación de dicho Museo.