"Por primera vez me fijé en Joaquín Pardavé, le escribí una parte pequeña, de poca importancia aparente en Cada loco con su tema. La prueba me resultó espléndida. A pesar de que no intervenía más que en unas cinco secuencias, Joaquín Pardavé se “robó” la película. Mientras Joaquín estaba en escena borraba a los demás."