Después del incendio que consumió la Biblioteca Nacional del Perú el 10 de mayo de 1943, Jorge Basadre fue nombrado director de esta institución, así como parte de una comisión para la reconstrucción y reorganización de la misma. Los planes contemplaban la modernización de la práctica bibliotecológica en el país, pues se consideró indispensable contar con un cuerpo de empleados científicamente capacitados para desempeñar las labores dentro de la institución. Por ello, Basadre gestionó la creación de una Escuela Nacional de Bibliotecarios del Perú, aprobada mediante Decreto Supremo expedido el 23 de junio de 1943. Dicha escuela tuvo su acto inaugural el mismo día que se colocó la primera piedra para la construcción de la nueva Biblioteca Nacional del Perú, el 18 de enero de 1944.