"Para Los valses venían de Viena y los niños de París teníamos que usar escenarios naturales. No contaríamos con más recursos que los alumbrados y los filtros de cámara. Yo era hijo directo del teatro. Los foros eran mi medio legítimo. Durante el rodaje, necesitaba yo respirar la brisa sutil que viene de los decorados hechos a nuestro antojo."