El Sacerdote León viste sotana y capa, sobre la que lleva las grandes cruces y bandas de las Órdenes de Isabel Católica y Capellanes de Honor, además de la medalla del senador. Vicente López ha pintado este retrato con sencillez y elegancia. Es, sin duda, uno de los mejores retratos clericales pintados en los últimos años del artista, a la edad de 68 años.