Jugador de pelota suspendido en una postura típica del juego; su atavío consiste en un amplio faldón de cuero, un yugo o cinturón protector, así como amplios brazaletes que igualmente sirvieron para proteger sus brazos. El personaje recrea justo el momento en que el jugador se deja caer sobre la rodilla izquierda, protegida por una gruesa rodillera; sus brazos en alto le permiten impulsar la pelota con el costado izquierdo y lograr cierto equilibrio con el cuerpo. Como en esta modalidad del juego, la pelota no podía ser tocada ni con las manos ni con los pies, por ello en esta postura los jugadores siempre lograban el impulso de la pelota. En su cabeza destaca un gorro o base cónica sobre la que era ajustado el tocado; por su parte, también es sobresaliente el voluminoso físico del personaje. La pieza fue localizada durante las excavaciones realizadas por el INAH en el año de 1964, como parte de la ofrenda del Entierro 39. Dra. Federica Sodi MirandaColaboradores: Arqlgo. Hugo Herrera Torres Araceli Ruiz Peláez Mtro. Hugo García Capistran.
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