Vaso o coco chocolatero con cuerpo ovoide de nuez de morro cuya superficie ha sido esgrafiada enteramente con decoración vegetal incisa a base de grecas en zigzag y bandas horizontales con hojas y tallos ondulantes. Claveteadas al recipiente, integran sus guarniciones en plata un aro liso con dos asas laterales fundidas en forma de ese y un recibimiento cónico compuesto por una corola con cuatro hojas de acanto en plancha recortada con orificios perforados en la orilla y decoración grabada en su zona inferior que dibuja un esquemático y serpenteante sarmiento de vid con uvas y hojas. Cónico y liso, el pie sobre el que se asienta presenta zócalo plano de planta cuadrada y esquinas cóncavas, semejante al de otro coco chocolatero existente en el Museo Soumaya[1].
Como hace notar la profesora Esteras, este tipo de pieza es específica del área guatemalteca, labrada con la semilla de un árbol llamado en Centroamérica como del morro. Con esa clase de nuez de configuración oblonga se fabricaban además alcancías conocidas como cochinitos por su forma característica. Su adorno, concebido a base de bandas más anchas con dibujos vegetales y tallos envolventes separadas por otras estrechas y geométricas con dentados, muestra asimismo una clara vinculación con lo prehispánico. Denominado en los inventarios como coco de chocolate de Guatemala guarnecido de plata, el tradicional hábito de consumir chocolate en toda Mesoamérica hizo que se exportaran en abundancia desde el siglo XVII a todo el virreinato de Nueva España y también a la metrópoli[2]. Son trabajos en general de carácter popular en los que la labor del coco es siempre reiterativa. A menos de que estén fechados mediante inscripciones, esa repetición del tipo hace difícil datarlos con exactitud y solo las formas estilísticas de las monturas de plata y la presencia en algunos ejemplares de marcas centroamericanas permiten clasificarlos[3].
Tanto la nuez como la plata están elaboradas en este caso con delicadeza y exquisitez. La decoración con acanaladuras radiales o godrons en los cantos del zócalo y las flores sobrepuestas a las asas coinciden al mismo tiempo con otras piezas de vajilla o litúrgicas realizadas en Guatemala entre los años 1790 y 1810[4], lo que invita a proponerle una cronología aproximada.
Sin ningún tipo de marcas, la inscripción grabada en el interior del pie sólo recoge el nombre de su propietario, Celso Trujillo, del que carecemos de más referencias.
[1]. Chapa, 2003.
[2]. Véanse los ejemplares expuestos en las exposiciones La Platería Mexicana y Tesoros de México. Cfr. AA VV, 1994: p. 45, nº 92, y p. 96, nº 197 y 198; y AA VV, 1997: pp. 280-281, nº 139-140; y Valle-Arizpe, 1941: figs. 100 y 101; y Anderson, 1941: tomo II, fig. 177. La marca de Guatemala figura asimismo en el aro del coco reproducido en el catálogo México y su plata, 1980: s. p.
[3]. Cfr. Esteras Martín, 1986: pp. 95-96, nº 46; 1994: p. 28, pp. 146-147, nº 52, pp. 238-241, nº 98 y 99, pp. 288-289, nº 124; y 2002: pp. 450-450, nº 314.
[4]. Cfr. Esteras Martín, 1994.
Fuentes:
AA VV, La Platería Mexicana, México, INAH, 1994.
AA VV, Tesoros de México. Oro precolombino y plata virreinal. Sevilla: Fundación El Monte, 1997.
Anderson, Lawrence, El arte de la platería en México, 1519-1936, Nueva York, Oxford University, 1941.
Chapa, Martha, Chocolate: regalo del edén, Villahermosa, Gobierno del Estado de Tabasco, 2003.
Esteras Martín, Cristina, “alcancía”, en El país del quetzal. Guatemala maya e hispana, Madrid, Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, 2002.
_____, La Platería en el reino de Guatemala. Siglos XVI-XIX, Guatemala, Fundación Albergue Hermano Pedro, 1994.
_____, Orfebrería hispanoamericana. Siglos XVI-XIX. Obras civiles y religiosas en templos, museos y colecciones españolas, Madrid, Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1986.
México y su plata, México, Ediciones de Arte Comermex, 1980.
Valle Arizpe, Artemio de, Notas de Platería, México, Polis, 1941.