El grabado representa una escena del acto 10 de la obra. Escena situada en la casa de Gihei y Sakai. Yuranosuke envía a algunos ronin disfrazados de policías, para comprobar si Gihei es capaz de revelar, bajo amenazas, que había proporcionado armas y armaduras a los ronin.
El artista representa el acoso de los falsos policías a Gihei, intentando hacerle confesar, mientras desde detrás de una cortina vigilan su comportamiento.