Recogedor de pelo datado en la primera mitad del siglo XIX que, por los motivos decorativos y la tonalidad discreta, seguramente estaría concebido para una mujer casada. Presenta un alma de madera y recibe un tratamiento de laca japonesa urushi. La parte central, sobre la que se enrolla el cabello, no recibe más decoración que la laca. Los extremos, que quedan a la vista una vez colocado, reciben una decoración más cuidada mediante la técnica maki-e consistente en un espolvoreado de finas partículas de oro sobre el dibujo realizado en laca cuando ésta todavía está tierna. En uno de los extremos, sobre un fondo de motivos geométricos, pueden observarse nubes y motivos vegetales de flores y hojas. En el otro se despliega un paisaje de ribera con casitas y puente de madera, salpicado de nubes y enmarcado por otros motivos geometrizantes.