Autómata musical "La Musicienne"

Desde la antigüedad el hombre ha sentido curiosidad y fascinación por reproducir el movimiento de las personas y los animales. La Musicienne es un ejemplo de la unión de un autómata y un instrumento musical mecánico capaz de producir sonidos sin la intervención directa del hombre.
El movimiento se controla desde un juego de levas accionado por un motor de resortes de acero, que también controla la producción del sonido. Cuando se le da cuerda, el autómata imita el movimiento de la respiración, mueve los brazos como si tocara y mueve la cabeza y los ojos a la vez que suena la música de la canción tradicional La mére Michelle.
El mecanismo musical corresponde al de las cajas de música. Se trata de un idiófono mecánico de sonido programado con rodillos y láminas de acero afinadas, mecanismo inventado por Antoine Favre-Salomon. Incorpora también un balancín de compensación para mecanismos de relojería inventado por Jaques Vaucanson, que el año 1774 presentó la primera musicienne conocida, obra que posiblemente inspiró al constructor de la del Museo Romántico de Sitges.