Óleo sobre tela
Esta obra forma parte de una serie pictórica sobre los cinco sentidos que el diplomático Pietro Cussida encargó a José de Ribera. «El españoleto», como era llamado en los reinos italianos, fue uno de los más importantes seguidores del estilo tenebrista del Caravaggio.
Distintos elementos alegóricos de la vista rigen la composición: espejo, catalejo, y quevedos (anteojos sin patas). El contraste de luz y sombra, con una magnífica representación de la anatomía y expresión del personaje, hacen de este lienzo uno de los grandes prodigios en la colección del museo.